Son actuaciones encaminadas a la restauración de la vegetación, se ejecutan sobre zonas degradadas o que han sufrido los efectos de incendios forestales, superficies sin ningún tipo de productividad. Los efectos positivos son múltiples, desde una mejora del Medio Ambiente hasta potenciar la socioeconomía de la región.

Se trata de la preparación del terreno y plantación. La primera fase puede realizarse mediante el ahoyado mecanizado (con, o sin, eliminación previa del matorral), fajas subsoladas en dos fases (una roza al aire y un subsolado lineal) con dos pasadas consecutivas de bulldocer y trabajando según curvas de nivel, y, finalmente, podría ser mediante ahoyado manual, necesario cuando los medios mecánicos no resultan operativos por las exigentes condiciones fisiográficas de la estación.

Posteriormente debe ejecutarse la fase de plantación, que se realizará siempre con los medios mas adecuados y utilizando planta con certificado de procedencia y pasaporte fitosanitario.